Amelia Díaz Benlliure |
Manual para entender las distancias, de Amelia Díaz Benlliure (Acen, 2011), es una abarcadora propuesta poética que recurre al lenguaje amoroso como forma de acercamiento entre unos y otros, sean éstos seres individuales o colectivos circunstanciados por la ignorancia o la insolaridad.
Partiendo de sendos poemas de Jorge Riechmann y Fidel Ginoris que sirven de epígrafe al libro y en los que se señala que pone de manifiesto «la enorme distancia que separa un cuerpo de otro» para la cual es necesario escuchar al otro para salvarla - «para entender las distancias»-, Amelia Díez Benlliure propone en este Manual para entender las distancias escalar a las cimas del espíritu para tener una visión generosa de la vida y de las unidades particulares que laten en ella. Observar ese océano de luz donde minúsculos seres plagian vidas / y simulan ser savia y flor y donde sólo el agua mantiene / la norma infinitesimal de la lluvia supone para la poeta alcanzar el don de la comprensión del otro y al mismo tiempo exponerse y entregarse a él -no mires ahora; / estoy desnuda / y me desangro-, en cualquiera de las formas que el amor determine.
Consciente de que en ese extremo lo inefable veda las palabras, ADB asume la más alta facultad del poeta para inventar aquellas palabras que le permitirán re-crear la realidad, imagen y semejanza de aquella otra que late en el origen de lo atisbado en la cumbre. De aquí que, en este papel, rechace con orgullo el rol histórico que le ha atribuido una cultura patriarcal -no soy la mujer que mantiene / tu casa limpia- y al mismo tiempo reivindique su condición de poeta-sacerdotisa - yo soy la mujer / que enciende cada uno de tus renglones o bien no te asuste escuchar / mi voz en la tormenta. / Sé que soy depositaria de tus quebrantos, / que te sostengo en pie / pese a mi derrota.
Esta poeta que se pregunta ¿qué amor es aquel / que sólo habla / de miradas, / de dedos, de piel? es la misma que descubre una niña que llora acurrucada en un rincón y que tal vez, / dentro de unas horas, / no sea más que un charco en mi pasillo, y también la que interroga al otro por qué el amor no encabeza su agenda y salva las distancias que extrañan el uno del otro y a ambos del mundo tornándolo estéril, violento, indiferente.
Si bien la escritura de algunos poemas acusan una cierta premura dando entrada a figuras o imágenes retóricas que desamparan a bellos hallazgos metafóricos, el sentido conceptual de Manual para entender las distancias acaba imponiéndose por su fuerte poder significativo y la generosa vitalidad de la palabra poética de Amelia Díaz Benlliure.