Los días del desastre (Cartografías, Río Cuarto, 2016), de Nicolás Ghigonetto es un libro que permite cifrar alentadoras expectativas para la joven poesía del interior, que parece, por éste y otros ejemplos, decidida a dejar atrás el costumbrismo urbano que se impuso como canon poético argentino.
Los
días del desastre funda su concepción y escritura en el respeto
y conocimiento de la tradición literaria, la cual se manifiesta
a través de un comedido uso de los recursos retóricos y una
especial sensibilidad léxica y lingüística, que bien definen una
poesía esencialista.
Los días del desastre es un libro de un poeta genuino y
riguroso en la escritura y en el pensamiento que empieza a definir no
sólo una poética personal sino, y esto es lo realmente valioso de
Nicolás Ghigonetto como poeta, un universo propio y una voz tan
personal como potente que prefigura muy altos registros.
Pero
más allá de esta connotación de sus recursos constitutivos, la
poesía de Nicolás Gighonetto es una reflexión sobre ese caos
existencial que, como un mar oscuro en la playa, progresa sobre la
realidad cotidiana ocasionando el desconcierto y dando pábulo a los
días del desastre que vacían de sentido los actos de la vida
humana.
El desastre se comporta como un alien ateo / que se infiltra / en
el supermercado / a perseguir a las víctimas / perdidas entre las
góndolas […] Es así cómo el individuo de principios del
siglo XXI no encuentra asidero en una realidad autista e inestable.
Esa realidad que oculta tras la ficción el estado agónico de la
civilización tecnocrática que sustituyó la libertad del hombre por
la libertad del mercado. Se suspende por lluvia / y empiezo a
escribir el poema...dice
Ghigonetto y más adelante continúa y las ganas del poema
/ se mojan con la llovizna / húmeda / de la transmisión codificada…
describiendo desde la escritura poética la intrusión de la
virtualidad en el orden natural de los sucesos y así desnortando la
brújula de los sentidos. Y más. Haciendo de la poesía un
idioma a medias / un circo romano / una libertad condicionada / por
el máximo proyecto y los planes / de hacer coincidir la mirada del
asesino / con la de la víctima / en un mismo verso.
Lo
que hay que celebrar de este primer libro es la madurez de la mirada
que permite a Nicolás Ghigonetto eludir con rigor y elegancia esa
poesía prosaica y enumerativa, desprovista de musicalidad que ha
prohijado el capitalismo neoliberal aunque sus autores crean que es
una reacción contra él. Ghigonetto demuestra a los mismos poetas de
su generación y a la mayoría de sus antecesores entregados al
dialogismo costumbrista que han hecho del poema un mero inventario de
metáforas pobres, que a la poesía hay que buscarla no en la superficie de la realidad sino en las napas más profundas de la condición humana. La seriedad y la sensibilidad poéticas de
Ghigonetto contribuyen a devolver a la poesía la fuerza y el
significado que parecían haber caído bajo el influjo mortal de la Gorgona.