domingo, 22 de noviembre de 2009

EL MAL DE Q., Antonio Tello


Víctor Escudero, en el prólogo de El mal de Q., Cuentos reunidos 1968-2009, (Candaya, 2009), de Antonio Tello, dice del libro y del autor lo siguiente:
«Los relatos que Antonio Tello recoge en el presente volumen participan de una búsqueda que supera los límites de la palabra narrativa con la que son enunciados, y se encaminan hacia el horizonte de lo expresable. Una búsqueda que se transfigura en exploración de aquello que el ser humano alcanza a decir de sí mismo y del núcleo esencial de su existencia, despojado de todos los aderezos y afeites adjetivales, abandonado a lo sustantivo. El individuo frente a su propia expresión, ese es el compromiso -de ascendencia épica- que destila la escritura de Tello y el centro alrededor del cual giran las variaciones que pueden rastrearse en sus relatos a través de la ordenación cronológica propuesta en esta edición [...].
Cada individuo (para Tello) debe cumplir con un destino que le otorga coherencia al camino recorrido, pero esto no le permite sustraerse al conflicto que supone ignorar desde dónde interpretar su presente. Los relatos de Tello buscan modos de ritualizar la realidad a través de la recuperar de una palabra fundadora, y los personajes tratar de encajarse en una parcela temporal que los trasciende a la vez que los confirma. Sin embargo, los momentos en que se atisba un sentido son siempre críticos, agónicos y pasajes; llevan en sí mismos la simiente de su propia repetición a la par que arrastran una apertura que impide una lectura definitiva. Ese doble camino, esa doble legitimidad, colisiona en un conflicto irresolutble que expone en la palabra el sentir trágico del individuo. [...] La tragedia de Q. entonces, habrá consistido en asistir a un momento epifánico que provocará la descomposición de su identidad.»

domingo, 15 de noviembre de 2009

CUENTOS, Edgar Allan Poe

Cada nueva lectura de los relatos de Edgar Allan Poe supone para el lector una experiencia inédita e intensa. La edición de bolsillo en dos volúmenes de Alianza Editorial, traducidos por otro maestro del cuento como Julio Cortázar, es una gran oportunidad para entrar en un territorio donde el misterio se siente como parte tan natural como desconocida del individuo y del mundo que habita. Poe, cuya dramática existencia lo llevó a perecer víctima de su dipsomanía, encontró en Baudelaire su alma gemela y su gran propagandista en Europa, desde donde se proyectó a todo el orbe occidental para sentar su magisterio. Muchos lo reconocen como el creador del cuento moderno e incluso como el iniciador del cuento policíaco. Pero no reside allí su importancia literaria sino en la concepción de su obra sobre fundamentos poéticos y en su capacidad para reflexionar sobre el acto de escribir, como lo testimonian su famosa su célebre Filosofía de la composición, incluida en Escritos sobre poesía y poética (Hiperión, 2009, trad. María Condor). Su cultura literaria y su sensibilidad para adentrarse en los senderos del alma humana son en él los motores de una escritura que responde en cada cuento a un propósito que trasciende el significado de las palabras y deja en el lector el latido sutil del significante, como exageradamente se lee y se siente en ese cuento maestro que es El corazón delator.

domingo, 1 de noviembre de 2009

M@RES ONLINE, Pura Salceda

Con el precedente de dos excelentes poemarios - Versos de perra negra y A ollada de Astarté-, la poeta hispanomexicana Pura Salceda desnuda en M@res online (Sial/Fugger Poesía, 2008) el nexo afectivo, tan intenso como nítido, que sustenta y justifica la naturaleza de su identidad. Con un verso limpio y tenso, Salceda convierte la palabra en esa nave que surca las vastedades oceánicas arrebatadas por el espíritu y la carne, el sentimiento y el deseo, los elementos que constituyen la pasión amorosa, esa «llama doble», como la llamó Octavio Paz. Sigo caliente y tuya / y un reloj teclea un latido, / entrecortado aliento que gime, / que se rebela en el aire / y se aferra a las paredes / de este cuerpo mío que te contiene [...] enuncia Pura Salceda convirtiendo el deseo en memoria y el tiempo en cuerpo caliente que gime, en ese «minutero húmedo» que se acelera y desplaza / al ritmo de una sábana, / que se encierra en la palma de mi mano, / puño en alto que proclama tu reino, / tacto inmaculado / de este segundo nuevo que estrenamos.