Un retorno dulcísimo buscas, preclaro Odiseo, mas un dios te lo hará trabajoso…
Odisea: Homero.
1.-Doña Pabla es la madre del poeta. Y el poeta ha querido trasladar un remotísimo pasado imaginario al jardín de quien lo trajo al mundo para crear la metáfora del destino elegido en la medida que representa la tierra y el hogar, como el mismo hijo ha dicho en el zaguán de este libro.Una lectura de esta travesía verbal de Antonio Tello nos conduce a Homero, nos lo presenta autor de aquella Odisea en la que Ulises lucha por retornar a su Ítaca donde lo espera su mujer Penélope. Durante el viaje de retorno le suceden muchas aventuras que él logra superar, mientras en su memoria, colmada por la del poeta de hoy, florece un jardín, que sería la tierra, el patio, el solar, la patria, el país donde están sus amores.La escritura de este libro va en dos voces. Una que hace de narrador y otra que se expresa como personaje que, a su vez, se multiplica en otras voces citadas por quien va construyendo el relato de un viaje de regreso al jardín de la madre, seguramente en Córdoba, Argentina, esa suerte de Ítaca, isla añorada por quien se desdobla y se convierte en Ulises, en ese Odiseo que sufre todos los rigores y castigos de los dioses, sirenas y fantasmas de ayer y hoy y de los fenómenos de la naturaleza impulsados por el poder de los cielos y por los yerros terrenales.No se puede dejar de señalar el carácter crítico de este paseo por la existencia de un personaje que se refleja con los sucesos que hoy acontecen en nuestros países. El éxodo, la expatriación, el asilo, el acoso, esa odisea que ha convertido a nuestra América en tierra de dolor.El jardín de doña Pabla sería esa isla soñada, esa metáfora imperdible a la que se desea retornar.2.-Este viaje poético de Antonio Tello es un palabreo con la Odisea de Homero.Penélope teje y desteje la espera, como afirma Tello, quien entre aforismos y narraciones evocadoras de los personajes la mítica clásica entra y sale del jardín de la madre, paraíso que se recobra mediante estas páginas en las que poema y prosa revisan el pasado y la actualidad a través de dos instantes verbales en los que los géneros literarios califican para hablar de un artefacto artístico del Odiseo, ese reflejo errante que alude a Ulises, de quien dice:El amor de Náusicaa salvó a Odiseo del naufragio de la vejez y con sus caricias le hizo oír en la arena la música de los dioses.En este palabreo el narrador destaca que La voz emancipada no olvida la lengua materna,al referirse al emigrado, al expatriado que no olvida su acento, su origen y raíz, y así La flor es presente de la raíz que se resiste al olvido que contiene la semilla…,y como teoría poética, como reflexión: …todo relato es fragmento ilusorio de un todo.Asentamiento del ser, la tierra y el cielo, pero sobre todo el jardín, ese edén que seguirá siendo la parcela donde crecen esas flores: El jardín es la isla donde habitan mis padres.Referencia directa a la Odisea en estas palabras:Quien nunca ha abandonado Ítaca ignora que ella no existe; no sabe que la isla que habita es otra.3.-Cada expresión que brota de la boca del poeta es una definición, un aforismo, un testimonio de que su legado no sólo se basa en la antigüedad sino en el tiempo que vive y vivirá como riesgoso contador de historias:Quizás escribir es caminar sobre las aguas.4.-Un aforismo que resume el contenido de este libro:El apátrida sabe que la vida nos sonríe con los mismos dientes que nos devora.E insiste en la duda acerca de la condición del humano ser como sujeto libre:La libertad del hombre no es natural. El hombre no es libre por naturaleza sino porque, consciente de su ser, puede decir, acordar y construir su libertad.Y esa duda convertida en afirmación recae sobre potestades creadas por ese mismo hombre:Los dioses son máscaras de la violencia; el terror que inspiran convierte a los seres humanos en reos del miedo.Cierra este viaje con el texto El sueño de Homero, del que dice:La voz del poeta –ha de ser- voz emancipada, libre. La voz del poeta es ajena al parlamento de los necios.La voz del impostor no acuerda con la verdad. Desafina.Odiseo, finalmente, ha dejado de soñar y ha arribado al jardín de Penélope, a su Ítaca natal, al jardín de la madre que teje la espera forjado por los sueños.Este es un texto que podría ser una buena herramienta para ser llevada al teatro.
Crónicas del olvido
Alberto Hernández