Esta es una magnífica muestra de la ficción fantástica en la tradición china. La selección pertenece a La Biblioteca de Babel, una colección de lecturas fantásticas dirigida por Jorge Luis Borges, que Ediciones Siruela publicó en 1985. La traducción de los primeros catorce cuentos, pertenecientes a P'u Sung-Ling, es de Isabel Cardona, quien los tomó de una antología inglesa publicada en 1880, y la de los dos últimos, sacados de la vasta novela Sueño del aposento rojo o Hung Lou Meng, a Borges.
Los cuentos de P'u Sung-Ling, de quien apenas se sabe que se dedicó a escribir después de haber fracasado en sus exámenes para convertirse en letrado, dibujan el extraordinario mapa del imaginario chino, donde los magos y las brujas, los espíritus de los antepasados, los demonios, los dioses y los hombres transitan con pasmosa naturalidad por ese complejo laberinto que es el mundo. No en vano Borges escribe en el prólogo que «en el primer momento, el texto corre el albur de parecer ingenuo; luego sentimos el evidente humor y la sátira y la poderosa imaginación que con elementos comunes - un estudiante prepara su examen, una merienda en una colina, un imprudente que se embriaga- trama, sin esfuerzo visible, un orbe tan inestable como el agua y tan cambiante y prodigioso como las nubes. El reino de los sueños o mejor aún, el de las galerías y laberintos de la pesadillas. Los muertos vuelven a la vida, el desconocido que nos visita no tarda en ser un tigre, la niña evidentemente adorable es una piel sobre un demonio de rostro verde. Una escalera se pierde en el firmamento; otra, se hunde en un pozo, que es habitación de verdugos, de magistrados infernales y de maestros». Es un mero dato informativo que eligiera y recreara uno de estos cuentos -La piel pintada- para incluirlo en El gran libro de las brujas (Parramón, 2009).