sábado, 28 de octubre de 2023

PALTAS (Y OTROS POEMAS), José Di Marco

 



Grabado de portada Nicolás Zulberti - Colectivo Glauce Baldovín, Río Cuarto, 2023. Edic. única de 50 ejemplares, firmados por el autor.

 Ya en su primer poemario, “Mundo sublunar” (2006), José Di Marco revelaba una fuerte personalidad. Este libro, como escribí en su momento[i], “es un diálogo íntimo entre el alma y el cosmos situados en ese inefable lugar donde el silencio y la vida no pueden evitar la fugacidad y el caos. Un lugar en el espacio/tiempo donde el presente es una intermitencia y el poema un efecto que ofrece «una perspectiva inédita de las cosas»”.

En sus libros siguientes –“Una música anterior” (2010) y “Lo que pudo ser” (2018)- el poeta ahonda este diálogo valiéndose de un lenguaje que, a veces, se convierte en «piedra ciega» cuando las cosas reclaman «su nombre propio» y lo obligan a descreer y situarse «a la altura del zócalo / para darse una visión del mundo». Una visión del mundo tan rigurosa que el poema resulta un pentagrama que puede leerse y escucharse con sentido único. Una música anterior que en esta pequeña joya poética que es “Paltas (Y otros poemas)” suena con nitidez.

El libro, con ilustración de portada a cargo de Nicolás Zulberti, cuyos danzantes parecen escapados de “La danza”, de Henri Matisse, precisa la poética de Di Marco hasta el punto de inducir al lector a pensar que su cometido es el lenguaje. Pero, en una reciente entrevista[ii], el mismo poeta da la clave al confesar su admiración por el filósofo Ludwig Wittgenstein. José Di Marco no habla del lenguaje. Como en sus libros precedentes, José Di Marco trata del mundo vuelto “una sala de terapia intensiva”, y revela el perenne diálogo entre la existencia y los existentes “haciendo nada más que poesía”, que es la expresión más radical del lenguaje. Un lenguaje que al asumir la fragilidad y las debilidades humanas no puede evitar en su decir los efectos -la malversación de las palabras, la confusión de los sentidos, la falsificación de la verdad, la violencia de las bestias, etc.- de “una lengua en estado de quiebra”, que nos hace vulnerables y fugaces, “un texto lábil, que cada uno escribe a su manera”.

Y es así como aparecen los paisajes extraños, acaso los mismos que percibe ese perro de ojo lastimado, que se muestran como vías de escape y confusión –“un mapa trazado con los pliegues del silencio y la desdicha”- de un mundo que, al ser mal dicho, se ha vuelto inhabitable obligando a que cada uno se hable “para adentro con el hueco que somos”.

Sí, nos dice el poeta, en este mundo somos “criadores de ojos”, una suerte de Prometeos encadenados a la roca de una realidad exponiendo los hígados –“la noche transitoria”- al poder insaciable que devora los sueños y las visiones. Es el punto donde todo se desvanece. Hasta la escritura que sustenta el poema, hasta la lengua del amor, esa lengua que todos hablan y nadie entiende, tal vez porque sus signos y sus sentidos escapan del mundo, de la lengua en quiebra. Y, al cabo, hablamos solos en una casa abandonada, en un mundo deshabitado, donde apenas persisten los recuerdos de un padre, de una madre, de un hijo, de una pareja que danza desnuda con los ecos de una “música anterior” al latido de sus corazones. En esto consiste el desamparo del yo, que, despojado de emocionalidad romántica, traspasa los límites biográficos para trascender al yo común que nos concierne como especie angustiada por la extrañeza existencial. Es este yo desnudo quien explora la tierra de nadie del lenguaje, sus territorios fronterizos donde campean las últimas luces de sentido que alumbran las metáforas de lo imposible. Esta es la naturaleza del yo poético que sustenta la poesía de José Di Marco.

[i] Blog Mis (re) lecturas. José Di Marco. http://milecturadelasemana.blogspot.com/search?q=Jos%C3%A9+Di+Marco

[ii] Entrevista a José Di Marco por Camila Vazquez. ECM 1040, 27/09/2023.